Crítica a Class Dojo


Utilizo Class Dojo en mis clases. Con esta herramienta, un sistema de puntos que premia comportamientos y actitudes, consigo que todos los alumnos estén deseando participar en clase. Ellos saben que para tener éxito y conseguir puntos tienen que ocurrir dos cosas.

  1. El sistema te tiene que elegir. Hay un sistema aleatorio con el que intento que todos los alumnos sepan que tienen que estar dispuestos a participar frente a sus compañeros en cualquier momento.
  2. Tienes que haber prestado atención previamente. Es difícil acertar al realizar tareas o responder preguntas correctamente (es decir, ganar puntos) si no se ha puesto suficiente atención a las explicaciones, ejemplos, etc.

Igual que se premian ciertos comportamientos y actitudes, también se otorgan puntos negativos (o se restan puntos, si se prefiere) al no cumplir las normas establecidas en clase.

Toda esta información puede ser compartida con las familias que obtienen una notificación en tiempo real en su móvil o en su ordenador de cómo les está yendo a sus hijos en clase.

En la última reunión con las familias les pregunté a los padres qué les parecía lo de recibir mensajes con los puntos negativos de sus hijos en tiempo real porque tengo mis dudas sobre si conviene que sepan algo así inmediatamente. Todos dijeron que les parecía genial. Sin embargo, me preocupan tres cosas:
1. No es un sistema gradual de consecuencias.

Una de las cosas que los niños tienen que aprender en la escuela es el auto-control. Un sistema gradual consiste en que hay primero un aviso, después una reflexión sobre el comportamiento, más tarde una pequeña consecuencia a una mala elección… y finalmente, si el niño no reconduce el comportamiento, una comunicación a sus padres.  Un sistema como el descrito anteriormente permite que el alumno tenga varias oportunidades para empezar a comportarse como se espera de él. Al utilizar las notificaciones de Class Dojo nos saltamos todos estos pasos y comunicamos a las familias en tiempo real lo que está sucediendo.
2. Los niños no pueden comenzar la conversación de cómo les ha ido el día.

Si activamos las notificaciones a las familias en tiempo real, estamos permitiendo que para cuando los padres se reencuentran con sus hijos tras la jornada escolar, ya tienen bastante información de cómo les ha ido el día en las clases. Saben si han ganado puntos positivos y por qué. De la misma manera, saben qué normas de clase se han saltado y la hora exacta a la que lo han hecho. Las conversaciones transcurren literalmente así:

  • ¿Pero cómo te has podido llevar un punto rojo a las nueve y cinco ,Manolito? ¡Si no os ha dado tiempo a sentaros!
  • Pues por eso, mamá. Por eso.

3. Los niños se acostumbran a saberse observados en cualquier contexto.

Me pregunto si con herramientas como Class Dojo no estamos acostumbrando a nuestros alumnos a una situación en la que están observados constantemente. Y esta vez no hablamos de personajes ficticios como los Reyes Magos, nos referimos a sus padres.  Mediante este sistema, los padres de los alumnos reciben notificaciones en tiempo real en su teléfono móvil.  También les llega un informe semanal con todos los puntos positivos y negativos que sus hijos han conseguido a lo largo de la semana.

 

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